- Los kilogramos que pesas, no son tan importantes. Es muy común que cuando estamos en un régimen de alimentación, nos subamos a la báscula constantemente y nos sentimos presionados por el resultado, sin embargo en esos momentos olvidamos que hay otros factores que influyen en nuestro peso. Por ejemplo: las mujeres tenemos ciclos hormonales y en ciertas etapas podemos retener líquidos e inflamarnos, haciendo que pesemos igual o más que antes, a pesar de haber perdido grasa; los huesos, órganos y ropa, también pesan y se van a reflejar en los kg de la báscula. La masa muscular es compacta pero pesada, mientras que la masa grasa ocupa espacio y no pesa tanto, por eso a veces podemos bajar mucho en medidas y poco en peso.
- Eliminar carbohidratos o grasas. Frecuentemente en las dietas de moda, se quita algún nutriente y con esto poder ver resultados más rápidos, lo que puede ocasionar ciertos malestares, como dolores de cabeza, estómago, náuseas, etc. además de evitar una buena nutrición. Cuando nosotros quitamos algún nutriente, por ejemplo, grasa, tendemos a compensar esa falta con otro nutriente, como carbohidratos o azucares, creando un desequilibrio en el cuerpo. Además, estas dietas no nos enseñan buenos hábitos y tendemos a crear ansiedad hacia algunos alimentos, por lo que cuando terminamos esa dieta, comemos todo lo que no comimos y dando de nuevo el rebote. Lo más recomendable es mantener un equilibrio entre el consumo de proteínas, grasas y carbohidratos.
- Saltarse las comidas. Muchas veces pensamos que si no cenamos o desayunamos, nos “ahorramos” esas calorías y adelgazaremos. Lo que no sabemos es que esto hace que con el tiempo, nuestro metabolismo se vuelva lento y ahorrador, debido a que el cuerpo se pone en estado de alerta porque no sabe si estará sin alimentos por unas horas o días, lo que hace que todo lo que comas, lo ahorre y guarde en forma de grasa, en lugar de aprovecharlo como energía. Saltarse las comidas también hace que lleguemos con más hambre al siguiente tiempo de comida, provocando que comamos más y con ansiedad.
- Hacer más ejercicio. Aunque es cierto que la actividad física es una herramienta que ayuda a perder peso y mantenernos saludables, no nos da permiso de comer lo que deseemos. El 80% de la pérdida de peso se debe a una buena alimentación y solo el 20% corresponde a la actividad física.
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